«El cónsul de Sodoma», la vida de Gil de Biedma

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En el vigésimo aniversario de la muerte del poeta Jaime Gil de Biedma, se va a estrenar (el próximo 8 de enero) la película «El cónsul de Sodoma», que cuenta la vida de este hombre admirable. El rodaje se llevó a cabo en Madrid, Barcelona, Valencia y Manila. La cinta está dirigida por Sigfrid Monleón y podremos contamplar a Jordi Moyá y Bimba Bosé, entre otros actores.

El «Cónsul de Sodoma» está basada en la biografía escrita por Miguel Dalmau. El guión empieza en 1959 y termina en 1988. Treinta años, que van desde su primer libro a su diagnóastico de sida, que le llevó a la muerte en 1990.

Durante este año se ha polemizado con el retrato de Gil de Biedma que ofrece la película, y después de su estreno la polémica promete crecer. Esto se debe a que se presenta al poeta como un hombre moderno, valiente y consecuente con su homosexualidad. Además, no se escatima en presentar con naturalidad las relaciones sexuales entre hombres, cuerpos desnudos y miembros turgentes.

El padre de Jaime Gil de Biedma, es decir, Luis Gil de Biedma y Becerril, se casó primero con María Luisa Alba, la madre de Jaime. Y en segundas nupcias con N. Vega de Seoane, madre de Piedad Gil de Biedma Vega de Seoane, cuya hija mayor es Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Su madre y el poeta eran hermanos.

Jaime estudió Derecho en Barcelona, donde Fabián Estapé, Juan Goytisolo, Barral o Manuel Sacristán le abrieron los ojos a la cultura y al pensamiento de izquierdas. Gil de Biedma es uno de los autores más destacados de la poesía española del siglo XX, y es el paradigma de la homosexualidad «furtiva» en la vida social, literaria y política de España.

El poeta fue perseguido por el franquismo porque su abuelo, Santiago Alba y Bonifaz, fue ministro republicano. Y también sufrió el rechazo del PCE por su homosexualidad.

Además de poeta, era un alto ejecutivo de la Compañía de Tabacos de Filipinas, era muy distinguido, pero por la noche frecuentaba el Barrio Chino de Barcelona en busca de amantes.

«Nunca quiso salir del armario, ahora tan de moda, por respeto a su madre y, además, porque su posición en la sociedad franquista no se lo permitía» señala Dalmau, su biógrafo.