Homosexualidad, ¿una opción?

homosexual on off A veces con la mejor de las intenciones, y a veces con la más sibilina finalidad, se califica a la sexualidad de «opción». Pero la sexualidad no tiene nada de opción, no se puede elegir si te gustan los hombres, las mujeres o ambos.

La sexualidad es una orientación natural e innata, que hace sentir inclinación física y afectiva hacia un hombre, una mujer o ambos. ¿Alguien cree que una persona con dos dedos de frente va a querer voluntariamente pasar por el calvario de una infancia y una adolescencia siendo gay?

A día de hoy, en nuestra sociedad tan políticamente correcta, hay chicos y chicas que toman conciencia de su condición sexual cuando son insultados por primera vez en el colegio.

Uno no se siente atraído sexualmente por nadie hasta cierta edad, sea homosexual o heterosexual, uno está pensando en jugar y en estudiar. Pero a veces la forma de comportarnos nos delata, y los niños (que a veces reproducen lo peor que ven) machacan al chico o chica gay. Contra este tipo de acoso se dirigió el lema del pasado Orullo Gay: «Por una escuela sin armarios».

Con suerte y el apoyo familiar, que no hemos de dar por sentado que siempre se tenga, el adolescente gay puede comenzar a tener una vida convencional. Pero las malas experiencias ocasinadas por la intolerancia a la orientación sexual pueden alargarse sine die.

Cuando la persona homosexual deja de fantasear con la posibilidad de «pulsar un botón» para convertirse en hetero, es entonces cuando se ha asumido completamente y puede ser feliz.

¿Lo entiendes tú de otra manera?