Luis Suárez, franquista y homófobo, inventa una biografía de Franco

luis suarezLa Real Academia Española de Historia se ha lucido dejando en manos de Luis Suárez Fernández la entrada dedicada el dictador Franco. El sujeto en cuestión está adornado con las siguientes perlas: miembro del Opus Dei, aún no sabemos si supernumerario o numerario por no encontrar mujer que lo aguante; simpatizante de la Fundación Francisco Franco y presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos, es decir, un dechado de moralidad, de cuestionable moralidad.

El interfecto Suárez presenta en la entrada dedicada al dictador Franco, en el nuevo Diccionario Biográfico Español, una imagen idealizada del general, que ha escandalizado a los historiadores. En este Diccionario Biográfico financiado con 6’4 millones de euros de dinero público, se permite afirmar sobre el tirano:  “fue autoritario, pero no totalitario”.

Además, el tal  Luisito Suárez es un homófobo de tomo y lomo, nunca mejor dicho. En un artículo firmado por él en 2008 para la revista de la Hermandad del Valle de los Caídos, define el matrimonio homosexual como “monstruosidad contra la naturaleza”. A ver si se da una vuelta por las casas de los represaliados por el Régimen Franquista que están enterrados en el Valle de los Caídos, y conviene que no es contranatural que los asesinados por la dictadura estén allí enterrados junto a sus verdugos.

Decía Luisito en su artículo “Hablemos de Franco” (2007): “Franco vivió, gobernó y murió siempre como católico”, esto que se lo pregunten a todos lo presos políticos durante la dictadura y a los fusilados y a los que levantaron su Valle de los Caídos y con los que no mostró misericordia alguna.

En el artículo citado, también deja Suárez claro su desprecio a la Democracia: “Son siempre las minorías las que crean el progreso (…). Minorías son los sabios, minorías son los artistas, minorías son los santos. Si invertimos los términos entonces qué encontramos. Un mundo de ignorantes, un mundo de pecadores (…). Pero la culpa es de quienes han otorgado un sitio en la Real Academia Española de Historia a este individuo, que está dando los últimos coletazos de polémica fascista antes de morirse.