Desmitificando el poliamor en el marco del amor monógamo

¿Quién no ha dicho alguna vez que febrero es el mes del amor? ¿Y quién no ha entendido que esa afirmación solo se refería a un único tipo de amor? Desde hace siglos el famoso (o dichoso) San Valentín obliga a llenar escaparates, anuncios y comerciales de mensajes donde solo se habla de un tipo de AMOR, del entendido bajo el paraguas de la monogamia: el que trata de transmitir el mensaje de “juntos para siempre” o “somos el uno para el otro”. JOYclub, comunidad basada en la sexualidad liberal apuesta por un mes de febrero donde se hable de todo tipo de relaciones, porque el amor puede imperar de muchas maneras, no únicamente en las parejas “de toda la vida”. También, y de qué manera, en las que eligen el poliamor como su opción relacional.  

No podemos dar por hecho que la única manera de vincularnos afectivamente con otra persona sea a través de la monogamia. Hay un abanico relacional muy vasto dentro del cual podemos elegir la opción en la que nos sentimos más cómodos, y el poliamor es una de ellas (al igual que la pareja abierta, la monogamia o la polifidelidad). El mes de febrero debería incluir dentro de su connotación romántica todas y cada una de estas opciones, cosa que todavía se critica, se observa con escepticismo y no se contempla al 100% puesto que siguen existiendo muchos mitos a su alrededor” dice Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub España.  

Mitos en torno al poliamor: expectativa VS realidad.

  • Es una manera de legalizar los cuernos”. Error. Las personas que deciden tener una relación poliamorosa consideran que el amor es una fuente inagotable. Igual que una madre o un padre pueden amar por igual a todos sus hijos, lo mismo ocurre con las personas con las que, quienes tienen una relación poliamorosa, deciden vincularse sexoafectivamente. Además, dentro de este tipo de relaciones se puede establecer una relación asexual en la que la pareja esté vinculada afectivamente con otras personas, pero no siente deseo erótico hacia ellas. En este caso se ha de valorar muy positivamente la honestidad que implica llevar a cabo el poliamor, y, dicho sea de paso, la valentía que esto encarna. La virtud del poliamor es que da la opción de decir a la persona que se ama: “igual que te amo y te deseo, amo y deseo a otras personas también”. Ya no es que no se le pueda llamar ‘cuernos’, JOYclub incide en que es natural sentir atracción y afectividad por otras personas que no son nuestra pareja. Pero se suele mirar hacia otro lado, se oculta y se veta. En aras de mantener unos pactos, que muchas veces se sobreentienden, y respetar la moral imperante, se obvia la atracción y muchas veces se llega a sufrir, y en el peor de los casos, se llega a la infidelidad, una posibilidad que resulta igual o más destructiva. 
  • “Las personas poliamorosas son menos comprometidas que los monógamos”. Esto no es o no debería ser así. El poliamor significa involucrarse emocionalmente con más de una persona al mismo tiempo, lo que conlleva interesarse por la otra persona, estar presente, mimar, cuidar, ofrecer tiempo de calidad… Todo aquello que exige una relación monógama, puede estar presentes en poliamor y hacia más de una persona. Es algo mucho más exigente de compatibilizar. 

“En base a este mito con respecto al grado de compromiso dentro del poliamor hay otro que va de la mano, que es que, si eliges el poliamor, lo eliges de porvida y no es así. Hay veces que ‘necesitamos’ una relación con un mayor o un menor grado de exclusividad, dependiendo de nuestro momento vital y del de la persona con la que nos estamos vinculando. Y si “probamos” el poliamor y vemos que no es para nosotros en este momento (que puede que en otro sí) no ha de ser un fracaso”, dice Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub España.

  • “Las personas poliamorosas no son celosas o no tienen inseguridades” Según JOYclub, en este caso lo que se decide con respecto a los celos no es otra cosa que trabajarlos de una manera bidireccional: con respecto a uno mismo/a y en la relación porque los celos sí que existen en este tipo de vínculos. Ser consciente de que nadie pertenece a nadie y manejar las expectativas sobre el otro con la suficiente conciencia y madurez también ayudará a que que todo salga bien.  

“Comunidades como JOYclub son perfectas para conocer gente con gustos similares y vivir la sexualidad más allá de las fronteras de lo normativo. Este mes de febrero todo el mundo debería sentirse libre para poder vivir su placer de la forma que se elija independientemente de lo que “debería ser”. Y para ello, es importante naturalizar y normalizar todas las opciones sexuales y relacionales. Desde JOYclub, de hecho, trabajamos por alejar los estereotipos y tabús de la sexualidad, ofreciendo información de calidad y un ambiente respetuoso donde poder ser una misma sin censuras”, concluye Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub España.