Necesitamos un tsunami de cultura que empape a todos esos gays y “heteros de pedanía” con piercing de plástico a juego con la montura de sus gafas de Berhska. Esos chicos que llevan las cejas depiladas a lo Marlene Dietrich, bien de motu proprio, bien por obra de una novia choni.
Esos estilismos imposibles del dichoso programa “Fama a Bailar”, con una moda pseudo urban-newyorkina… qué puedo decir, esas mixturas de rejillas, pantalones de rapero, calentadores y docenas de adminículos. Pero eso no es todo, cualquier noche que salgamos a tomar una copa, podemos encontrarnos a jovencitos contorsionando, al borde de la epilepsia. Ellos piensan que bailan como sus «ídolos de papel» de la tele, pero no han pisado un Conservatorio de Danza ni en foto, y gastan su juventud de cola en cola de casting absurdos.
En cuanto a la LOGSE, siempre he creído que fue un contubernio de la clase política para generar varias generaciones de españoles analfabetos, impidiéndoles el acceso a bloques básicos de conocimiento, para que sus capacidades de elección fueran mermadas hasta los niveles actuales, y así, poder dominarlos con más facilidad.
Yo no pido que un joven de 20 años de hoy resuelva el “Nudo Gordiano”, conozca el fallo arquitectónico de “La Anunciación” de Fra Angélico, o la lista de los Reyes Godos (por cierto, Ataúlfo, Sigérico, Walia…). Pero, al menos, que al oír a estos sujetos por la calle, en el metro, no dude si pertenecen a la misma cadena evolutiva que yo.