La República de Haití comparte isla con la República Dominicana en pleno Caribe. Fue la primera isla que pisó Colón en su viaje.
La homosexualidad no está legalmente perseguida en Haití, pero los gays sufren discriminación e incluso persecución, como en muchos países Latinoamericanos.
Existen asociaciones LGTB, pero la precaria educación y la gran influencia de la iglesia católica favorece las actitudes homófobas de la población. Además, el SIDA y la pobreza atenazan a los gays de este país, cuya situación no es muy alentadora.
Pero la situación de toda la población haitiana, incluidos los gays, ha empeorado, se ha convertido en un verdadero infierno. Y es que un terremoto de 7 grados en la escala de Richter ha devastado el país caribeño sobre las 22.30 hora española de ayer. La capital, Puerto Príncipe, ha quedado completamente arruinada.
Parece que la desgracia se ha cebado con este paupérrimo país, Cruz Roja cree que el número de afectados por el seísmo puede llegar a tres millones de personas.
Rachmani Domersant, de la ONG “Food to the Poor”, dijo a la agencia Reuters que «toda la ciudad (Puerto Príncipe) está a oscuras, hay miles de personas sentadas en las calles, sin ningún sitio donde ir». He visto siete u ocho edificios destruidos, desde edificios de oficinas hasta hoteles o centros comerciales».
En estos momentos debemos colaborar en la medida de nuestras posibilidades con Haití. Pero sobre todo, una vez que termine la tragedia, no olvidarnos de este país y la minoría gay que vive con tantas dificultades.