Este es el título de la última cinta de Pilar Távora, en la que cuenta la vida de un gay rural, del sur de España, con mucha pluma y devoto de su madre y de la Virgen.
Afredito, el protagonista, es interpretado por el actor novel Jose Burgos hasta los 30 años, y de ahí en adelante por Ramón Rivero. La directora ha reunido todos los tópicos del gay de posguerra. Alfredito vive su condición sexual y su pluma con libertad, en su pueblo, pero al llegar a al servicio militar choca con el rechazo de una sociedad inculta e intransigente como la cuartelera franquista. Todo esto le marca, y se ve abocado al alcohol y las drogas…
David Lora es otro actor de la escuela sevillana que interpreta a Javi, el señorito del pueblo que se «beneficia» a Alfredito, pero que oculta su homosexualidad a toda costa.
Estos dos actores andaluces noveles prometen. David Lora es claro como la vida misma, como se desprende de sus declaraciones: «Sabía que tendría escenas con desnudos, incluso tenía que meter un par de dedos al personaje de Alfredito en una de las escenas». Esperemos que haya sido con efectos especiales o al menos desde un plano que favorezca a ambos.
Lora no se corta un pelo, sino que se lo depila: «Me depilaron todo el culo para el rodaje, hasta por dentro. Nunca me había depilado tanto». Deseo fervientemente que no le hayan depilado el yeyuno, que luego la flora intestinal cuesta recuperarla.