Luego de varias postergaciones, y de una intensa manifestación a favor por parte de la comunidad LGBT y de una gran parte de la población de Uruguay, el parlamento de este pequeño país sudamericano aprobó el pasado 10 de abril el matrimonio igualitario, convirtiéndose así en el segundo país de América Latina, y el 12o. en el mundo, en contemplar legalmente la unión entre personas del mismo sexo.
La votación en el parlamento uruguayo fue segura y contundente, con 71 votos a favor dentro de los 92 emitidos, permitiendo de esta forma que de ahora en más, en Uruguay las parejas homosexuales puedan contraer matrimonio, con todos los derechos y obligaciones que ello conlleva, de la misma forma que una pareja heterosexual.
Y si bien las protestas a causas de este hecho se hicieron sentir, alegándose los viejos y livianos argumentos de la santidad de la familia, de la procreación y del origen del matrimonio, especialmente provenientes de la iglesia católica y de los círculos más conservadores del país, la aprobación del matrimonio igualitario en Uruguay no es más que la perla que corona una larga lista de derechos que los gays y lesbianas han venido conquistando desde hace una serie de años, como lo son la adopción (aunque de forma individual) o el ingreso a las fuerzas armadas.
Por otra parte, la liberación de la población LGBT es cada vez más notoria en el país, siendo muy alentadora su participación en medios de comunicación y en los campos del arte, así como en el diario vivir, identificándose bajos niveles de discriminación, pero que, no obstante, no dejan de existir.
Otro interesante factor que habla sobre la apertura y liberalidad de Uruguay para con los gay es el propósito del gobierno de convertir a Uruguay en un destino friendly, para lo cual se cuenta con una buena oferta de alojamiento gay, balnearios y playas nudistas, una interesante cultura local, y una movida actividad nocturna, especialmente en la capital del país, Montevideo, que aseguran una infraestructura y atractivos suficiente para la practica del turismo gay.