Una de las visitas más relajantes y pausadas, para aquellos que les guste tomerse las cosas con calma, es un crucero por los canales de la ciudad.
Salen del Nyhavn, un canal que fue construído a partir de 1672, para unir el puerto con el centro, el viaje dura aproximadamente una hora, y nos muestra una perspectiva totalmente distinta de los más emblemáticos edificios de la ciudad.
Así mismo, Nyhavn, es una excelente zona para comer o tomarse una copa, llena de edificios multicolores, que hoy en día, la mayor parte, son restaurantes con terrazas, que desafiando el frío del invierno aguantan, eso si, con estufas y mantas para los que se atrevan. Si queréis probar el mejor salmón del mundo, estáis en el sitio adecuado, la relacción calidad precio es buena, y no deja de ser un lugar muy interesante y de lo más pintoresco de la ciudad.
La Torre Redonda, Rundetarn, fue construida con dos funciones, como observatorio astronómico, dado que tiene 36 metros de altura, y como torre de la Iglesia de las Trinitatis. Desde su parte más alta tendréis unas espectaculares vistas de la Ciudad vieja y como curiosidad, decir que es una torre que no tiene escaleras, se sube por una rampa inclinada a modo de calle adoquinada.
Otra de las visitas en pleno centro, es el Palacio de Rosenborg, construido bajo el mandato de Christian IV, fue sede de la Casa Real, ahora es un museo que alberga más de cuatrocientos años de la historia de la Monarquía, destacan sus torres y su mampostería.
Continuará………..