En un informe publicado en 1952 se indica que la homosexualidad es común y socialmente aceptada en 47 de las 76 sociedades estudiadas. Los melanesios de ciertas islas del Pacífico, tienen a lo largo de su vida en algún tipo de relación homosexual. En las 29 sociedades restantes, entre las que se incluyen la mayor parte de las sociedades industrializadas occidentales, la actividad homosexual es menos frecuente y objeto de tabú social.
Si pensamos en la sexualidad como algo meramente reproductivo,¿la homosexualidad se debe a los genes, a un fenómeno de aprendizaje, a una modificación fisiológica o a una acción conjunta de todo ello?
En la actualidad, seguimos sin conocer con exactitud los factores que determinan la orientación sexual. Pero ya se sabe que influye la fase fetal. También influye el ambiente: interacción con los padres y hermanos durante la infancia, interacciones sociales y sexuales en la adolescencia y en la vida adulta, etc.
Los científicos han comenzado a plantearse la posibilidad de que el comportamiento homosexual sea una evolución de la especie. Pero, ¿cómo podemos explicar el mantenimiento de individuos homosexuales si estos, en principio no se reproducen?
Puede que la sexualidad humana tenga otros propósitos aparte de los puramente reproductivos. El mayor apoyo a esta hipótesis proviene del comportamiento homosexual entre los primates no humanos. Al menos así parece indicarlo la información contenida en un artículo publicado en 1995 por el antropólogo Paul L. Vasey, de la Universidad de Montreal. En este trabajo se demuestra que por lo menos 33 especies de primates exhiben comportamientos homosexuales. Todos pertenecen al suborden Anthropoidea.
Los primeros datos sobre los comportamientos homosexuales entre los primates se publicaron hace ya 80 años, pero la primatología lo ha obviado. Esto ha generado la falsa impresión de que estos comportamientos son una “anormalidad” reciente, exclusiva de los seres humanos. Pero la evidencia acumulada indica que es producto de una historia evolutiva que se remonta a varias decenas de millones de años.
Lo que sí parece ser una invención exclusiva de nuestra especie es la agresividad que algunos seres humanos expresan contra quienes practican la homosexualidad, la llamada “homofobia”.
(Extraído del artículo de Federico Guillén Salazar, Unidad de Etología y Bienestar Animal, Universidad Cardenal Herrera CEU).