La fiesta del Orgullo Gay 2010 en Madrid ha tomado tintes políticos, que la alejan de una reivindicación de los derechos LGTB de todo el colectivo. Se ha vetado a la carroza de Israel, siempre tan marcial con sus chulos vestidos de militares, porque el país no ha condenado el ataque a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza el pasado 31 de mayo. No entiendo la relación entre las decisiones de un gobierno y el derecho de los israelíes a manifestarse por los derechos LGTB.
Las quejas de las comunidades de vecinos, muy comprensibles por otra parte, han provocado que se quiten los escenarios de la calle Libertad y de Pelayo. Pero ganamos un escenario en Plaza de España, donde terminará la manifestación del sábado 3 de julio.
Además, se han prohibido las barras en las calles, sólo se quedan las de Pelayo. El ayuntamiento va a controlar el botelleo en la calle, así que toca rascarnos el bolsillo. La plaza de Vázquez de Mella no tendrá actuaciones ni el jueves, ni el viernes. Y el viernes y el sábado reducen la programación en media hora, hasta la 1:30 horas. FELGTB, COGAM y AEGAL han propuesto este año el llamado “Orgullo Sostenible” para reducir las molestias a los vecinos de Chueca.
El Orgullo Gay de Madrid está considerado como uno de los mejores del mundo, viene más de un millón y medio de personas que dejan en la ciudad millones de euros. Pero, ¿en realidad provoca más aglomeraciones, ruido, suciedad y cortes de tráfico que otros eventos o esta actitud responde a otros intereses?