Uno de los barrios más turísticos de Praga y que más visitas recibe es Mala Strana.
Uno de los sitios por los que podemos empezar la visita el el monasterio de Strahov, con una de las bibliotecas más impresionantes de Europa con un fondo de libros medievales impresionante.
Otro de los monasterios que podemos ver, y que resulta un tanto pintoresco el el Santuario de Loreto, donde tienen una réplica del pesebre de Belén.
Praga se caracteriza por tener cientos de Templos, Monasterios e Iglesias que tienen algo especial y que son interesantes de visitar, el de San Nicolas, barroco, donde Mozart estrenó su Requiem, La Iglesia de Nuestra Señora Victoriosa, donde está la afamada Imagen del Niño Jesus de Praga, regalo de la Corona Española y uno de los souvenirs más vendidos en la ciudad.
Culmina la visita el Palacio de Wellestein, en verano se pueden visitar sus jardines y los sábados y domingos el interior del palacio.
Si no disponemos de demasiados días para poder hacer un recorrido completo por la multitud de zonas que tiene para visitar la ciudad, a ésta visita podemos añadir la del Castillo de Praga.
Fue la residencia habitual de los monarcas y emperadores y actualmente es la del Presidente de la República.
A destacar los palacios relaes góticos, con el salón o espacio profano más grande de Europa, el salón de Vladislao.
Interesante y de paso obligado es la calle en la que se encuentran las casitas de los gremios de artesanos y alquimistas alrededor del siglo XVI, y que se conoce como la Callejuela de Oro.
En los alrededores también nos encontraremos con la Catedral dde San Vito, el templo más importante de la ciudad, y que merece que le dediquemos algún tiempo de nuestra estancia en la ciudad.