El lenguaje de los pañuelos aparece a partir de 1970 aproximadamente, se lo atribuyen los leathers (amantes del cuero). Es como el lenguaje decimonónico de los abanicos, pero con algunos matices, bastantes matices. Su principal función es comunicar a los demás tus preferencias eróticas sin tener que hacerlo verbalmente.
A lo largo de la historia los gays han utilizado códigos de indumantaria parecidos, ya que era más seguro, por aquello de la intolerancia y la persecucíón legal. Ejemplo de esto son los tatuajes de arcoiris o triángulos rosa y los pendientes en la oreja derecha, otros códigos han perdido su significado al ser asimilados por los heteros como meros complementos de moda.
Unas orientaciones básicas sobre este lenguaje, que se ha ido complicando con los años, pueden ser muy útiles. Nunca sabemos dónde podemos terminar una noche de juerga…: el pañuelo al cuello (de cualquier color) significa ambigüedad; el pañuelo colocado en el bolsillo trasero derecho del pantalón significa pasividad, y en el bolsillo izquierdo significa actividad en las siguientes prácticas: el pañuelo de color negro significa sadomasoquismo, el rojo fisting, el azul oscuro penetración, el amarillo la lluvia dorada, el morado indica bondage, el marrón scat (un color muy apropiado), el azul claro significa sexo oral, y el naranja abarca cualquier otra práctica.
Después de esta constelación de prácticas amatorias, debemos recordar que el lenguaje de los pañuelos es algo casi anecdótico, yo nunca he conocido a nadie que lo use. Tampoco creo que las damas del siglo XIX usaran el abanico como quien manda un sms.
En realidad la gente actúa con normalidad, en la mayoría de los casos nos limitamos a echar alguna miradita,y nos da vergüenza hasta dirigirle la palabra al chico mono de turno.