El Congreso de México Distrito Federal ha aprobado el pasado lunes la reforma al Código Civil que permite el matrimonio homosexual, convirtiéndose así en la primera ciudad de Latinoamérica que permite la unión legal de personas del mismo sexo. Ya en 2006 se permitían las uniones civiles de homosexuales, pero con una clara discriminación respecto a las uniones heterosexuales.
Ha habido 39 votos a favor de la propuesta, 20 en contra y cinco abstenciones. La izquierda mexicana ha permitido esta ampliación de derechos civiles sin parangón en Iberoamérica.
«Estoy orgulloso del cuerpo legislativo, éste es un paso histórico en una revolución cultural que ha venido ganando espacio», ha declarado David Razú, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Esta reforma del Derecho Civil mexicano concreta los siguientes derechos para los cónyuges de parejas homosexuales: unión patrimonial para obtener créditos bancarios; herencia entre cónyuges; acceder a beneficios del seguro social; adoptar niños.
La Iglesia Católica en México ha declarado que la legalización del matrimonio gay «es inmoral y atenta contra la familia». Quiero suponer que se refieren a que es inmoral respecto a la moral católica, pero no en relación a la Moral Natural. Además no atenta contra la familia, institución que la iglesia católica no fomenta, ya que el celibato de sus sacerdotes y monjas se lo impide. Y no creo que en México los matrimonios entre homosexuales afecten al número de heterosexuales que decidan casarse o dejen de hacerlo, o que incida en el número de divorcios entre heterosexuales.
La iglesia católica, o al menos alguno de sus miembros, en prueba de su misericordia, ya han hecho comentarios a la reforma jurídica civil. El obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, ha señalado “eso puede ser una unión de convivencia pero nunca podrá ser un matrimonio. Entonces si no es un matrimonio no puede formar un hogar y si no puede formar un hogar, no puede tener hijos”.
Después de esta lección de Lógica del obispo, pinchad el enlace que os he incrustado en su nombre y sacad vuestras conclusiones, ¿es moral o inmoral que un siervo de la igesia católica protagonice presuntamente operaciones económicas de 130 millones de dólares?, ¿voto de pobreza?…