Muchos actores porno gays se reconvierten en gurús de la música dance. Ellos saben que tienen miles de admiradores en el mundo, y que ya sea mancillando la honra de algún efebo o siendo la imagen de un “mezclador” de música disco cuaquiera, estos les seguirán.
Además de ser una ocupación más segura, está muy bien remunerada, ya que hacen giras por todas las discotecas gays del orbe. Esto es lo que deben haber pensado actores como Colton Ford, con “Losing my religion”, Parker London, Chris Porter o Kennedy Carter.
Para algunos ha sido una pérdida para el Séptimo Arte, para otros es otra forma de seguir a sus ídolos. Los más beneficiados son los propios actores, la edad les exige abandonar el porno y se han renovado.
Uno de los actores metidos a la música es el icono Zeb Atlas, que protagoniza el videoclip “Love hangover” junto a la cantante Pearly Gates. Como bailarín deja mucho que desear y su expresión facial es la de Stallone, una máscara rota.
Jeff Stryker llegó a cantar en la banda sonora de una de sus películas porno, “Bigger than life”, antes de dedicarse al country. De esta locura han salido hasta grupos como Boy Banned, cuatro exactores de la productora Eurocreme, cuyo último single es “Street lights”.