Cary Grant era sólo un niño de un humilde barrio inglés cuando su padre, infiel por naturaleza, internó a su madre en un psiquiátrico, pero Cary creyó que esta le había abandonado, y la odió durante años.
A pesar de que la sombra de la homosexualidad siempre le ha seguido, Grant se casó cinco veces y tuvo una hija. El rumor se alimentó por su amistad con el actor Randolph Scott, con el que compartió piso al llegar a Hollywood.
En 1931 fue contratado por la Paramount, alcanzando notoriedad cuando Mae West le eligió como pareja en “Lady Lou” (1932). A pesar del éxito tuvo problemas con el alcohol y era consciente de su fracaso sentimental: “En todas mis esposas busqué a mi madre y me encontré con sus defectos”.
Sin duda Grant ha sido el actor más carismático de la comedia americana, su belleza, su sonrisa aristocrática y su elegancia innata le permitieron seducir facilmente a hombres y a mujeres. Mae West decía: «conjuga la virilidad con la caballerosidad». Ian Fleming, creador del personaje de «James Bond» se inpiró en Grant, incluso se lo ofrecieron en 1962, pero lo rechazó aduciendo que ya no tenía edad, haciendo gala de su coquetería.
A los 14 años se une a una compañía de music-hall con la que recorre EEUU, las necesidades le hicieron recurrir a ser «acompañante» de mujeres adineradas, lo que le sirvió para ganar en elegancia y perder en acento provinciano. Cuando tenía 17 años vivía en apartamento de Nueva York, con Jack Nelly, un diseñador homosexual, y Charlie Sprangels, un transformista de un popular club gay.
En 1931 se instala en Hollywood y la Paramount lo contrata. Junto a Mae West protagonizó «Lady Lou» y «No soy un ángel», con las que ganó en popularidad. Su pareja cinematográfica por excelencia fue Katherine Hepburn, con la que hizo «Historias de Filadelfia«, ganadora del Oscar de 1940. Pero aquí viene al caso hablar de «La fiera de mi niña», donde se utiliza por primera vez en el cine el término «gay» con el significado de homosexual, en una escena en la que Cary Grant aparece travestido.
La Paramount, para acabar con los rumores de relación entre los dos actores, encargó un reportaje fotográfico donde se les mostraba cocinando, desayunando, o en el gimnasio, que sólo sirvió para alimentar la historia.
El amor más importante de su vida fue el actor Randolph Scott, otro actor, protegido del magnate Howard Hughes. A pesar de ello nunca se decidieron a «salir del armario», y sólo sabían de su relación los más allegados. Entre matrimonios y divorcios vivieron juntos casi doce años. Cada vez que uno de los dos contraía matrimonio, «por exigencias del guión», se separaban temporalmente, pero tras el divorcio volvían a estar juntos.
Grant impuso a los estudios que Scott trabajara con él en «Mi mujer favorita», porque le echaba de menos. Durante el rodaje, pasaron varias noches juntos, y parece que se plantearon volver. Lo cierto es que sólo mantuvieron una gran amistad hasta la muerte de Grant, sólo un año antes que la de Scott, que algunos dicen murió de pena.
En 1980, en una entrevista de TV, el cómico Chevy Chase bromeó acerca de la supuesta homosexualidad de Grant, y éste quiso demandarle, ello prueba lo «armarizado» que estaba. Dejó el cine en 1966 con la película “Apartamento para tres”. Nunca llegó a ganar el Oscar, pero la Academia le premió con una estatuilla especial en 1970.