El Parlamento portugués rechazó en octubre de 2008 dos proyectos de ley para dar carácter legal a los matrimonios homosexuales, estas propuestas las presentaron el Bloque de Izquierdas y Los Verdes. Pero los socialistas lusos usaron su mayoría absoluta para bloquear las propuestas, haciendo gala de su espíritu «progresista».
El portavoz de los católicos socialistas portugueses, Claudio Anaia, se autoproclama portavoz también de todos sus compatriotas y se atreve a afirmar que «la mayoría de los portugueses están en contra del matimonio homosexual» porque es «aberrante».
Al menos el corpúsculo católico del Partido Socialista portugués ha entendido que «es una cuestión de justicia que todos los portugueses se puedan pronunciar sobre este asunto», y pretendieron organizar un referendum nacional para votar la aprobación o no del matrimonio homosexual.
Ante esto, el Primer Ministro José Sócrates, ha descartado el referendum y ha recordado que los avances legisativos en materia de matrimonio homosexual se contemplan en su programa, refrendado por la población el pasado 27 de septiembre. También ha manifestado que, aunque sea gobernando en minoría, «el Gobierno llevará más lejos el combate a todas las formas de discriminación y presentará su propuesta de ley para eliminar las barreras jurídicas al matrimonio civil entre personas del mismo sexo».
Parece mentira que un país de Europa occidental, tan cercano a nosotros, tenga un gobierno socialista tan poco unido en materia de igualdad. ¿Cuál será entonces la postura de la derecha portuguesa con respecto a los homosexuales?